5 estrategias que te ayudarán a pagar menos impuestos.

¿Cuáles son esos gastos o inversiones que deberías tener en cuenta, no importa cuál sea el giro del negocio? Aquí te compartimos cinco de los más importantes.

#1: Maquinaria y equipo

Hay una gran variedad de bienes físicos que una empresa puede adquirir y disminuir de la base gravable del IVA o del Impuesto sobre la Renta (ISR) o acreditarse para fines del IVA. Por ejemplo, computadoras, muebles de oficina, máquinas y herramientas para la fabricación de productos, empacadoras y vehículos. También se pueden incluir equipos que mejoren el funcionamiento de las instalaciones, como los de iluminación, aire acondicionado y cámaras de seguridad.

#2: Arreglos y reparaciones

¿Hubo un cortocircuito en el área de producción? ¿Apareció una fuga de agua en los baños del personal? ¿O quizá es hora de cambiar la pintura de las paredes de la recepción? Los honorarios de electricistas, plomeros y todos aquellos que ofrezcan servicios de mejora de instalaciones en fábricas, oficinas o bodegas también pueden ser deducidos. A la hora de hacer una cotización, asegúrate de que los proveedores pueden entregarte un recibo o factura electrónica con todos los requisitos fiscales aplicables.

#3: Software

Las plataformas empresariales se han vuelto imprescindibles para hacer más eficiente la operación de las empresas. Y la buena noticia es que, no importa cuál sea el tamaño del negocio, son deducibles de impuestos. Además de los sistemas de facturación y de contabilidad, ten en cuenta los de administración empresarial que son muy útiles para cruzar y analizar información, y tomar mejores decisiones de negocios. Además, analiza con tu contador qué esquema es el más conveniente desde el punto de vista fiscal y de acuerdo al nivel de ingresos de la compañía: si adquirir una licencia (en un solo pago o en cuotas) o acceder a software en la nube a cambio de una iguala mensual.

#4: arrendamiento

Si la empresa no cuenta con el capital para adquirir los bienes que necesita para su operación, una buena opción es pagar una renta por ellos. Por ejemplo, si necesitamos una camioneta para hacer repartos de mercadería, siempre va a ser más accesible (aunque no necesariamente más barato) pagar un arrendamiento mensual que liquidarla al contado o a través de un crédito. Además hay gastos asociados que también son deducibles, como en este caso los de mantenimiento y arreglos del automóvil, combustible y seguros. Por último, no olvides que hay opciones de arrendamiento de bienes con o sin opción a compra.

#5: seguros corporativos y de gastos médicos mayores

Aquí puedes incluir los seguros sobre las instalaciones, la maquinaria, los vehículos, y contra accidentes laborales. En cuanto a los seguros de gastos médicos, estos pueden ser otorgados a los socios y al personal. En el caso de los accionistas, ten en cuenta que para ser deducible esta prestación debe ser accesible para todos. Y en el de los empleados, es importante definir su nivel jerárquico, el tipo de plan de cobertura, los coaseguros y copagos, y el nivel hospitalario. Con la ayuda de tu contador, haz una proyección financiera de los gastos (que suelen ser altos) y del beneficio real que podría generar a la hora de pagar impuestos.